Parte 1
¿Les conté que la berenjena es de mis alimentos favoritos en este universo?
Si no lo hice antes, se los cuento ahora, lo es. Esta planta además, coincidentemente es originaria del sudeste asiático, región por la que siento un amor y atracción infinitos.
Durante una de mis estadías en Tailandia, me contaron que la berenjena que dio origen a todas las berenjenas es la berenjena thai, que tiene el tamaño de un tomate cherry aproximadamente, es de color verde con jaspeados blancos y un sabor bastante amargo. Ellos la usan muchísimo, recuerdo haberla probado por primera vez dentro de un curry verde. Pero vamos a tomar este dato como una posibilidad, porque mis fuentes no han sido muy académicas.
La berenjena es una planta, cuyo nombre científico es Solanum Melongena (posiblemente nadie recuerde este nombre dentro de breves minutos), de la cual consumimos sus frutos a los que llamamos de la misma forma. Las hay de muchas variedades con tamaños, colores e incluso sabores distintos y es un fruto que ofrece cientos de formas de cocción y creo que SIEMPRE queda bien: en conserva, puré, ensaladas, wok, asadas y hasta en helados…si, en helados. No falla y puede combinarse con infinitos alimentos, ya que si bien su sabor tiene una gran personalidad, se comporta muy amablemente en combinación con otros.
Elegí la berenjena como protagonista de este artículo porque si bien su mejor momento es durante el verano, podemos conseguirla en el mercado durante todo el año y porque como mencioné anteriormente, nos ofrece tantas posibilidades que tiene la capacidad de ser desde una guarnición a convertirse en la estrella de cualquier plato vegetariano.
Vamos a ver algunas de mis formas favoritas para prepararla y también con qué otros alimentos/sabores me gusta mucho combinarlas.
DIP/PURÉ DE BERENJENAS QUEMADAS
Este puré es ideal para comerlo como dip, acompañado con pan pita, rodajas de pan de masa madre, tostadas, etc. Pero también puede usarse como guarnición de casi cualquier otro alimento (carnes de todo tipo, pescado blanco, vegetales asados) y hasta incluso mezclado en la sartén con alguna pasta.
INGREDIENTES:
• 3 berenjenas
• 2 dientes de ajo
• Jugo y ralladura de un limón
• Albahaca fresca a gusto
• 30cc aceite de oliva extra virgen
•Sal
•Pimienta negra recién molida
•Peperoncino molido/pimentón
Procedimiento:
1- Con un tenedor pinchar dos o tres veces las berenjenas y ponerlas a quemar sobre la llama, rotando cada tanto hasta que toda su piel esté quemada (una opción al fuego es quemarlas dentro del horno). Dejar enfriar, cortarlas a la mitad y retirar la pulpa con una cuchara.
2- Colocar la pulpa de las berenjenas en una procesadora junto con el resto de los ingredientes y procesar hasta que se haga puré.
RELLENO PARA PASTAS (4 a 6 porciones)
Para hacer este relleno uso las berenjenas quemadas de la misma forma que en la receta anterior.
Es ideal para pastas rellenas (ravioli, tortelletti, etc) e incluso canelones o lasagna.
INGREDIENTES:
• 3 berenjenas quemadas/asadas
• 500gr ricota
• c/n eneldo fresco picado
• 100gr queso de cabra (puede ser cualquier otro queso)
• Sal y pimienta negra recién molida c/N.
Procedimiento:
1- Una vez retirada la pulpa de la piel, escurrirla un poco usando un lienzo bien limpio. Si la ricota es muy húmeda, hacer el mismo procedimiento.
2- Rallar el queso con la parte fina del rallador o picarlo muy pequeño y colocar en un bol con el resto de los ingredientes, condimentando con sal y pimienta e ir añadiendo el eneldo a gusto.
BERENJENAS ASADAS
Esta forma es quizá mi favorita para hacer las berenjenas. Es muy muy fácil y puede usarse como guarnición o como principal. Para acompañarlas me gusta mucho mezclar cubos de papa y boniatos asados en el horno, bien dorados, con cebolla roja en juliana, hojas de cilantro, menta y vinagreta (ajo rallado, aceite de oliva, jugo y ralladura de limón, sal y pimienta).
INGREDIENTES:
• 1 berenejena o ½ por persona (depende de con qué se va a acompañar)
• c/n aceite de oliva extra virgen
• c/n comino molido
• c/n sal y pimienta negra recién molida
PROCEDIMIENTO
1- Lavar las berenjenas y cortarlas a la mitad a lo largo (no es necesario pelarlas).
2- Con la punta del cuchillo y del lado contrario a la piel, realizar cortes superficiales en forma de rejilla.
3- Salar y condimentar las berenjenas del lado de los cortes masajeándolas con las manos, y de la misma forma cubrir toda la berenjena (del lado de la piel también) con aceite de oliva.
4- Precalentar el horno a 180°C, colocar las berenjenas en una placa aceitada con la parte de la piel para arriba, tapar con papel de aluminio y hornear hasta que estén tiernas, pero no demasiado blandas.
5- Fuera del horno retirar el aluminio con cuidado, dar vuelta las berenjenas con la ayuda de una espátula y cocinar 5 minutos más hasta que se terminen de dorar si es necesario.