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Marrakech: donde comer un rico desayuno y hospedarse.

Marrakech: donde comer un rico desayuno y hospedarse. https://maggierovella.com/wp-content/uploads/2023/06/20230327_184404-scaled.jpg 1920 2560 Maggie Rovella Maggie Rovella //maggierovella.com/wp-content/uploads/2021/07/logo2.png

Marrakech es una de las ciudades más importantes de Marruecos, país ubicado al norte del continente africano.
Esta ciudad, también conocida como La Alhambra o La Ciudad Roja debido al color rojizo de todas sus construcciones es ideal para quienes buscan salir de la cotidianidad de las grandes ciudades de occidente y estén dispuestos a moverse dentro de culturas y hábitos muy diferentes a los que uno suele estar acostumbrado.

                                                                             

 

 

 

 

Esta fue mi primera vez en Marrakech, y como contaba con pocos días, focalicé mi visita a conocer la medina. Las medinas son ciudades medievales amuralladas caracterizadas por tener enormes zocos (mercadillos) donde se venden todo tipo de artesanías, ropa, adornos y especias locales, dentro de las que se destacan por ejemplo el azafrán de Marruecos, el aceite de argán que muchas veces extraen al momento, hierbas y flores secas y por supuesto, el rey de todas las mesas marroquíes, el té verde.

           

 

 

 

 

 

Esta vez no voy a explayarme demasiado en la ciudad, sino en el lugar donde decidí hospedarme: Un Riad, ya que creo que, si estás pensando en regalarte unas vacaciones marroquíes, pasar del hotel puede ser de las mejores decisiones que puedas tomar en este viaje.
Dentro de las medinas solo hay unos pocos Riad, esto es porque antiguamente estas casas clásicas pertenecían a las familias de mayor poder adquisitivo de Marruecos, aunque hoy en día prácticamente la mayoría funciona hospedando a turistas.
La característica principal de un Riad, es que posee un patio central, rodeado por todas las habitaciones de la casa y solo se puede ingresar a ellas mediante este patio, que además tiene como característica principal, la presencia de una fuente en el centro. Las ventanas de las habitaciones dan hacia adentro del patio, más nunca hacia la calle y la forma en la que estas casas han sido planificadas, permite que las temperaturas se mantengan frescas y agradables durante todo el año, a pesar del intenso calor que hace fuera de ellas.

           

 

 

 

 

 

En relación al Riad como hospedaje en vacaciones, creo que ha sido de las mejores, sino la mejor experiencia que he tenido en ese sentido. Las habitaciones suelen ser unas pocas, por lo que el ambiente es muy pacífico todo el día, la mayor parte del tiempo solo se escucha el agua de la fuente central y de algunos pajaritos que se cuelan por el techo, además al hospedar a poca gente, la atención y el clima es muy familiar y amable, todo es muy acogedor y tanto la decoración tradicional llena de colores como el perfume que hay en absolutamente todo, invitan a quedarse.

En todos los Riad suelen servir el desayuno, que ha sido mi momento favorito durante los días que pasé en Marrakech, e incluso admito que me he guardado algunos panecillos que no pude comerme en el momento para comer a la vuelta del paseo. Específicamente en el Riad donde me quedé, la anfitriona junto con otras mujeres preparaba cada mesa para cada uno de sus huéspedes y la llenaban de platillos típicos de panadería y pastelería tanto marroquí como francesa (ya hablaremos acerca de la influencia de Francia en este país), todo, absolutamente todo fue delicioso, y nunca faltaba el zumo de naranjas recién exprimidas, el café y por supuesto el té verde con menta servido en una hermosa tetera de plata.

           

 

 

 

 

 

       

 

 

 

 

 

Y, por último, cabe mencionar, que en general estos hospedajes suelen ser muy accesibles y considerablemente más baratos que un hotel convencional.

Ya habrá muchas más oportunidades en las que iré contándoles acerca de mi experiencia en esta increíble ciudad que por momentos pareciera un fragmento del pasado. Lo cierto es que cada vez que giraba mi vista hacia algún lado, absolutamente todo formaba la composición perfecta para una fotografía o un cuadro; la gente, su forma de vestir, de caminar, las motocicletas y bicicletas circulando por pasillos estrechísimos entre multitud de peatones, los estridentes colores de las especias, sus aromas intensos, el olor a sándalo, menta y rosas formando una combinación increíblemente deliciosa, los vendedores insistentes tratando de concretar una venta a como dé lugar, el regateo, los tajines hirviendo sobre el fuego, las montañas de dulces almibarados de todas las formas y colores, y los gatos, estas pequeñas criaturas al por montón que no faltan en un solo rincón de la ciudad, alimentados por la basura, por algún vecino piadoso, los gatos de Marrakech no son de nadie, son de todos, son de la ciudad ocre del País del Poniente.

           

 

 

 

 

 

Para quienes queden tentados de probar algo del desayuno marroquí y además tengan ganas de cocinar un poco, los invito a que visiten el enlace a la siguiente web de receta de panqueques, donde hace muy poco escribí la receta del Baghrir, un panqueque/tortita típico de los desayunos en Marrakech. Es una receta muy fácil y lleva poquísimos ingredientes.

El dato:
El Riad donde me he quedado se llamaRiad Bleu du Sud” cuya reserva hice por Booking.
Viajé a finales de marzo y mi reserva fue de una habitación para dos personas por tres noches, con un valor de 173,13 EUR.

Recomiendo acordar con el Riad previamente para que vayan por ti al aeropuerto, ya que conseguir taxi puede ser una experiencia poco atractiva, no tienen tarifas fijas ni usan el taxímetro, por lo que hay que regatear el precio antes de subir y siempre el precio es superior al que te ofrecen en el Riad, al igual que el servicio.
Si aún así decides coger el taxi, te recomiendo que, al momento de bajar, no aceptes sin más el ofrecimiento por parte de nadie de ayudarte con tu equipaje, si lo necesitas, porque suelen dejarte a varias calles de los hoteles, pacta un precio antes para evitar una mala situación al llegar y terminar pagando sumas sin sentido (nosotros por ejemplo terminamos cerrando el acuerdo en 2 EUR).

 

Curry

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Tips para hacer curry en casa

Curry es una palabra británica a la cual podemos encontrar con distintos significados: mezcla de especias secas, variedad de estofado, de guiso, etc. Y hay un poco de cierto en cada una de las definiciones, aunque ninguna es realmente exacta.
Curry proviene del vocablo KARI, utilizado en India para referirse al “árbol de curry”, que poco tiene que ver con lo que conocemos en el mundo occidental. Sin embargo este tipo de plato y su denominación se ha globalizado y podría decirse que es posible encontrar “curries” en todas partes del mundo, por lo que vamos a empezar a definirlo como un plato en su totalidad y a la mezcla de especias como parte de ese plato, ya que no toda mezcla de especias se denomina de la misma forma, ni es tratada de la misma manera.

En India por ejemplo, llaman MASALA a la mezcla de especias, y hay tanta cantidad de masalas como de platos a lo largo y a lo ancho de todo el país, encontrando por ejemplo al mundialmente conocido “GARAM MASALA”, pero hay una incontable variedad y estas mezclas son solo una parte (tal vez la más importante) de cada curry y suele ser la base por la que se comienza el proceso de cocción. Pero como mencionamos anteriormente, hay curries por todo Asia, podemos hallar curry en Asia del este, en todo el sudeste asiático. En Tailandia por ejemplo se le llama GAENG a este tipo de preparaciones, que si bien su traducción literal es SOPA, también se usa para denominar a nuestro plato estrella.


Entonces:
– El curry es un plato que está hecho principalmente a base de especias y vegetales que se suele servir en forma de salsa espesa o sopa junto con otros vegetales y carnes y comúnmente se acompaña con un bol de arroz.
– El método de cocción puede relacionarse con el de un guiso, ya que se comienza a cocinar en un medio graso al estilo de un sofrito y terminarse con un medio líquido que suele ser por ejemplo caldo, agua o leche de coco.
– En casi todos los curries se puede degustar un balance perfecto entre los sabores salado, dulce, ácido y picante.
Si bien el nivel de picor va a variar dependiendo de las regiones y países, es casi inevitable encontrar picante dentro de un curry, y esto se proporciona mediante el uso de chiles secos o frescos, verdes o maduros.
Se suele utilizar miel, azúcares o leche de coco para darles dulzor.
Para aportar acidez se usa por ejemplo lima, tamarindo o pickles como acompañantes.
Y por último, pero no menos importante, los sabores terminan de equilibrarse con el uso de la sal y otros condimentos como la pasta de camarón, la salsa de pescado o la salsa de soja que tienen un alto contenido de sodio.
Si bien en este artículo no vamos a dedicarnos a detallar la receta de un curry determinado, me gustaría compartirles algunas cuestiones básicas para que se animen a entrar en un universo, que ya verán, puede llegar a ser infinito y solo depende de nosotros.
La clave es investigar diferentes recetas de distintos países y ver cuales nos resultan más tentadoras, probar algunas y en base a ellas empezar a crear las nuestras, armar distintas mezclas de especias y combinaciones de vegetales. Por ejemplo, mis curries favoritos son los de India y los de Tailandia, aunque por una cuestión de facilidad para conseguir la materia prima, si puedo tomarme la libertad de darles un consejo, sugiero que empiecen con algún curry de estilo indio. También es importante que investiguen donde conseguir especias de calidad, en lo posible enteras y molerlas en casa si tienen esa posibilidad, puede ser en un mortero o molinillo de café (ya hablaremos de las especias en otro momento).
Como les decía, el curry indio, aun con su complejidad increible de sabores, suele ser un poco más accesible en caso de no tener mercados asiáticos cerca, quizá lo más complejo de conseguir serán las especias, que con un poco de ingenio, para empezar, podemos ir adaptándonos a lo que esté disponible en el mercado, o incluso podemos comenzar utilizando mezclas de especias listas (Garam Masala listo por ejemplo), aunque realmente recomiendo que este sea un último recurso, ya que las especias pueden llevar molidas demasiado tiempo, y generalmente no podemos saber la proporción de cada especia dentro de la mezcla.

Si todavía no te animé a decidirte, voy a compartirte una base que suelo usar mucho a la hora de hacer curries en casa, si bien tiene algunos pasos, es muy fácil y una vez hecha podemos combinarla con la carne o la verdura que querramos.

Cómo hacer una base para curry:

• Elegir una mezcla de especias (por ejemplo: comino, canela, coriandro, laurel, cardamomo y cúrcuma).
• En la licuadora hacer una pasta de ajo, jengibre y si se animan, un poco de chile picante. La proporción será 1 parte de ajo por ½ de jengibre y chile al gusto con un poco de aceite neutro. Yo uso unos 2,5 dientes de ajo por persona.
• Seleccionar un vegetal que nos guste (unos 200gr por persona), por ejemplo calabaza y hervir sin sal hasta que esté tierna. Una vez fría, licuar (en este momento se puede agregar algún fruto seco como maní o castañas de cajú)
•En una olla que empieza a calentar, poner un poquito de aceite neutro o manteca y tostar ligeramente las especias, luego agregar la pasta de ajo y cocinar hasta que se empiece a separar del aceite, como si se cortara la preparación y en este punto vamos a añadir el vegetal que hemos hervido anteriormente.
•Por último condimentar con sal, si se quiere un poco de miel o azúcar y cocinar a fuego bajo unos 30 minutos. También se le puede agregar crema de leche o leche de coco al final de la cocción.
•Una vez lista se le puede integrar por ejemplo cubos de papa y coliflor hervidos o al horno, cualquier tipo de carne en cubos y cocinarla ahí mismo, guisantes o lo que gustes. Esta vez es TU receta, yo solo te ayudo con la dinámica a seguir.
Para terminar, solo me queda volver a invitarlos a que cocinen y coman su propio curry, que además de ser un plato super nutritivo, nos brinda variantes infinitas y la posibilidad de adaptarlo a cualquier tipo de comensal pudiendo ser desde un plato carnívoro, a uno vegano, sin lactosa, bajo en calorías, etc.
Espero que se animen y me cuenten como les fue!

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